ARTROPLASTIA TOTAL Y PARCIAL DE RODILLA (TKA & PKA)
¿Qué es?
La intervención quirúrgica "Artroplastia o sustitución total o parcial de rodilla", como su nombre indica, consiste en la sustitución total o parcial de la articulación de la rodilla.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
Este procedimiento quirúrgico está indicado en casos de: osteoartrosis (OA) de la articulación de la rodilla (del compartimento medial, compartimento lateral compartimento anterior "patelo-femoral"): OA primaria, OA postraumática, OA reumática (sin PKA), OA postinfecciosa; osteonecrosis del cóndilo femoral medial y/o lateral; indicaciones especiales en fracturas agudas de fémur distal y tibia proximal.
¿Cómo se realiza?
La intervención quirúrgica "Artroplastia o sustitución total o parcial de la rodilla", como su nombre indica, consiste en la sustitución total o parcial de la articulación de la rodilla: Para ello se retira el cartílago articular y el tejido óseo dañado (incluyendo el tejido óseo excesivo de nueva formación llamado osteofito), sustituyéndolo por una articulación artificial generalmente de aleación metálica, cerámica o plástico "Polietileno" que cubre la parte distal del fémur, la tibia y/o la rótula, con un "disco" intermedio de plástico "polietileno" entre el componente femoral y el tibial, los componentes protésicos se fijan en el hueso utilizando un pegamento especial llamado cemento óseo o aplicando una estabilidad mecánica directa llamada "press-fit". Si es necesario, la membrana sinovial puede retirarse parcial o totalmente; también se realiza la liberación o el refuerzo de la cápsula articular cuando es necesario. Este procedimiento quirúrgico también permite corregir las deformidades y laxitudes ligamentarias anormales alrededor de la articulación de la rodilla; esto puede lograrse mediante la liberación, el tensado o incluso la reconstrucción simultánea de los ligamentos que faltan. El resultado final será una nueva articulación "artificial" que proporciona un rango de movimiento normal, o casi normal, sin dolor, con una alineación correcta y un equilibrio de los ligamentos de la articulación de la rodilla que garantizará una función normal y sin dolor de la articulación de la rodilla operada, lo que permite al paciente volver a su estilo de vida normal sin impedimentos físicos o funcionales significativos.
Recuperación
La hospitalización puede durar de 2 a 5 días. No se necesita una rodillera. El paciente comienza a caminar al día siguiente de la intervención con la ayuda de muletas y se permite levantar el levantamiento de peso. Es necesario un periodo de rehabilitación para recuperar la musculatura y el movimiento de la articulación de la rodilla y para "aprender" a caminar con la nueva articulación de la rodilla; la rehabilitación comienza el día después de la cirugía y debe continuarse aplicando un régimen de habilitación hospitalaria o ambulatoria. La duración de la rehabilitación puede variar en función de la gravedad de la limitación y la deformidad de la articulación antes de la cirugía y de la capacidad física del paciente.
Complicaciones a corto plazo
Las complicaciones a corto plazo no suelen ser frecuentes, entre ellas: hemorragias que requieren transfusión de sangre, infección local precoz, trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP), "dehiscencia" de la apertura de la herida quirúrgica, necrosis de la herida, lesiones neurovasculares, fractura ósea y desgarro ligamentoso alrededor de la articulación de la rodilla, mal posicionamiento o mala alineación de los componentes protésicos. Mala alineación del miembro inferior (deformidad en varo o en valgo de la articulación de la rodilla). La mayoría de las complicaciones a corto plazo tienen una incidencia que puede variar en función de la estandarización del procedimiento quirúrgico y de la experiencia de todo el equipo quirúrgico, de quirófano y de la sala de hospitalización, y no sólo del primer cirujano. Esto sólo puede lograrse aplicando el principio del trabajo en equipo en todas las fases del tratamiento del paciente. Vale la pena decir que la artroplastia parcial de rodilla (PKA), al ser un procedimiento más corto y menos invasivo, se considera asociada a un menor porcentaje de complicaciones que la artroplastia total de rodilla (TKA).
Complicaciones de larga duración
Las complicaciones a largo plazo tampoco son frecuentes, entre ellas infección local tardía, aflojamiento de los componentes protésicos (que puede ser debido a una infección "aflojamiento escéptico", debido a una mala alineación o mal posicionamiento mecánico o de los componentes protésicos, debido a un rechazo biológico o a la falta de integración entre el hueso huésped y los propios componentes protésicos), desgaste de los componentes protésicos, rotura de los componentes protésicos, luxación de la articulación de la rodilla, limitación de la amplitud de movimiento de la rodilla, deformidad en varo o en valgo de la rodilla (que puede producirse a largo plazo debido al "hundimiento" o "desprendimiento" de los componentes protésicos del hueso huésped. En la mayoría de los casos, las complicaciones a largo plazo hacen necesaria una cirugía de "revisión de la artroplastia de rodilla", que puede realizarse en una o dos fases (pasando por una fase provisional de cemento óseo en caso de aflojamiento escéptico), y en algunos casos raros se recurre a un procedimiento de fusión completa de la articulación de la rodilla denominado "artrodesis".
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