Inmunoterapia de metástasis hepáticas del cáncer colorrectal

El interferón alfa es una molécula producida normalmente por el organismo y tiene una potente actividad antitumoral. Los investigadores administraron interferón alfa en dosis bajas a modelos de ratón en el periodo justo antes y durante la cirugía para extirpar el cáncer colorrectal.

Tras la administración de esta innovadora forma, los científicos observaron que el fármaco era capaz de estimular las células endoteliales del hígado para construir una barrera vascular. Esto, a su vez, pudo limitar la entrada de células tumorales en el órgano en cuestión, impidiendo así la formación de metástasis.

Giovanni Sitia explica: "Este resultado es posible gracias a múltiples mecanismos mediados por el interferón alfa. Inicialmente, actúa construyendo verdaderas barreras físicas en las células endoteliales, que revisten el interior de los vasos sanguíneos, impidiendo la colonización y el crecimiento metastásico. Posteriormente, el interferón alfa potencia la respuesta inmunitaria contra las metástasis colorrectales, confiriendo una protección a largo plazo sin causar efectos secundarios aparentes".

El cáncer colorrectal es una de las neoplasias de mayor incidencia en el mundo, y sólo en Italia ocupa el segundo lugar en la población masculina y femenina en términos de incidencia y mortalidad. Las campañas de detección y los avances en cirugía, radioterapia y oncología han reducido la incidencia y mejorado las opciones de tratamiento.

Sin embargo, la tasa de mortalidad sigue siendo elevada y a menudo se asocia a la diseminación de las células tumorales malignas a otros lugares, siendo el hígado el lugar más frecuente de colonización metastásica.

Las propiedades antitumorales del interferón alfa están ya reconocidas en el ámbito médico. Sin embargo, la administración sistémica a dosis relativamente altas ha mostrado una eficacia limitada, principalmente debido a los graves efectos secundarios en todo el organismo.

Para mejorar el perfil farmacocinético del interferón alfa, haciéndolo más eficaz y tolerable, los investigadores de San Raffaele han ideado esta nueva estrategia. Por un lado, el fármaco se utiliza a dosis bajas y, por otro, se administra en la fase perioperatoria, que se considera un momento crítico en la diseminación metastásica de las células tumorales.

Sitia añade: "De este modo, el interferón, liberado de forma continua, antes y después de la cirugía, es capaz de estimular las células endoteliales del hígado y orquestar sus múltiples funciones antitumorales, evitando al mismo tiempo los efectos tóxicos de la administración de altas dosis".

Nuestros resultados proporcionan, a nivel preclínico, pruebas alentadoras de la eficacia y seguridad de la estrategia. Ahora es necesario evaluar, con más estudios, qué pacientes con cáncer colorrectal primario podrían beneficiarse mejor de esta terapia perioperatoria y prepararse para los ensayos clínicos que podrían comenzar en unos años", concluye Giovanni Sitia.

Por lo tanto, el interferón alfa de liberación lenta, cuyo uso clínico ya está aprobado, podría utilizarse como inmunoterapia antes y durante la cirugía de extirpación de tumores colorrectales primarios, especialmente en pacientes con mayor riesgo de desarrollar metástasis en el hígado.