Síntomas de problemas con la glándula tiroides: a qué hay que prestar atención

Síntomas de problemas con la glándula tiroides: a qué hay que prestar atención

Fecha de publicación: 07-06-2024

Actualizado en: 18-06-2024

Asunto: Endocrinología

Tiempo estimado de lectura: 1 min

En Italia, unos 6 millones de personas padecen problemas de tiroides. Las mujeres se ven afectadas entre 5 y 10 veces más que los hombres, con una predisposición genética y antecedentes familiares de enfermedades tiroideas. A menudo uno se pregunta cómo darse cuenta de que algo va mal y qué síntomas hay que tener en cuenta para poder intervenir con una terapia adecuada. La Dra. Annamaria Masu, especialista en endocrinología de la Casa di Cura La Madonnina, nos lo explica.

La glándula tiroides, situada en la base anterior del cuello, es una de las glándulas endocrinas humanas de mayor tamaño, responsable de la producción de hormonas (triyodotironina T3 y tiroxina T4) que influyen en nuestro organismo de diversas maneras, tales como:

  • funciones metabólicas: regulan la temperatura corporal, el metabolismo de los lípidos, el metabolismo basal y la regularidad del sueño;
  • crecimiento corporal y desarrollo del sistema nervioso del feto y del niño;
  • buen funcionamiento de todos los sistemas: las hormonas afectan al aparato respiratorio, los músculos, el sistema gastrointestinal, la piel y el cabello, y la salud del sistema cardiovascular.

El buen funcionamiento de la glándula tiroides está controlado a su vez por la TSH, una hormona sintetizada por la hipófisis (glándula situada en la base del cerebro) que:

  • aumenta si la glándula tiroides produce una cantidad insuficiente de hormonas, estimulándola;
  • disminuye si la producción de hormonas tiroideas es excesiva.

¿Cuáles son los síntomas a los que hay que prestar atención?

En cuanto a los síntomas de los trastornos tiroideos, el médico precisa: "Se trata de una cuestión compleja, ya que precisamente debido a que la glándula tiroides regula diversos aspectos del organismo, desde el sueño hasta la respiración, desde el metabolismo hasta la actividad cardiovascular, las alteraciones (por exceso o por defecto) en la producción de hormonas tiroideas tienen manifestaciones clínicas (síntomas) muy amplias y diversas".

La sintomatología también varía en función del problema encontrado, que puede ser funcional (es decir, debido a una alteración de la función tiroidea) o estructural (cambios en la estructura de la glándula). 

Entre los problemas funcionales figuran: 

  • hipotiroidismo: caracterizado por una producción insuficiente de hormonas tiroideas, lo que provoca una ralentización de los procesos metabólicos del organismo e incluso graves efectos sobre la salud, especialmente en fetos/recién nacidos;
  • hipertiroidismo: derivado de un exceso de hormonas tiroideas en la circulación, que provoca una hiperfuncionalidad general y una aceleración inadecuada de los procesos metabólicos del organismo.

Entre los problemas estructurales cabe citar:

  • nódulos: formaciones sólidas que se desarrollan en el interior de la glándula tiroides;
  • bocio (o estruma): agrandamiento de la glándula tiroides o aumento de su volumen, que también puede deberse a la presencia de uno o varios nódulos tiroideos.

Síntomas del hipotiroidismo

En la mayoría de los casos, el hipotiroidismo es adquirido, es decir, se manifiesta en la edad adulta debido a diversas causas (carencia de yodo; ingesta de fármacos como el litio y la amiodarona; terapia con yodo radiactivo; extirpación del tiroides), pero también existe una forma congénita, es decir, presente desde el nacimiento.

En una fase temprana, el hipotiroidismo adquirido puede cursar de forma asintomática. Más adelante, pueden aparecer manifestaciones clínicas, que varían en función de la edad de inicio, la gravedad y la duración de la afección, tales como:

  • cansancio y somnolencia;
  • aumento de peso;
  • intolerancia al frío;
  • estreñimiento;
  • voz ronca;
  • pérdida de memoria y dificultad para concentrarse;
  • debilidad muscular y calambres;
  • hipercolesterolemia;
  • ciclo menstrual irregular;
  • cabello quebradizo y fino;
  • depresión;
  • osteoporosis;
  • anemia (complicaciones a largo plazo).

Síntomas del hipertiroidismo

El hipertiroidismo se presenta sobre todo en personas jóvenes, de entre 20 y 40 años (puede deberse a causas como la enfermedad de Basedow-Graves: una forma de tiroiditis autoinmune; nódulos tiroideos; fármacos como el interferón y la amiodarona; tiroiditis, etc.), y se caracteriza por la liberación en el torrente sanguíneo de cantidades excesivas de hormonas almacenadas en la glándula tiroides. Los síntomas asociados a esta afección incluyen:

  • pérdida repentina de peso;
  • aumento del apetito;
  • taquicardia;
  • palpitaciones, ansiedad, nerviosismo;
  • fiebre;
  • inquietud e irritabilidad;
  • temblores;
  • sudoración intensa;
  • ciclo menstrual irregular;
  • intolerancia al calor;
  • fatiga y debilidad muscular
  • trastornos del sueño;
  • oftalmopatía de Graves (protrusión anormal de los ojos, manifestada por la enfermedad de Basedow-Graves).

Síntomas de los nódulos tiroideos

Los nódulos tiroideos son muy a menudo asintomáticos y se detectan por casualidad, lo que los convierte en incidentalomas, es decir, nódulos identificados accidentalmente durante otras exploraciones, como un ecocolordoppler de los vasos supraaórticos o una IRM de la columna vertebral, y en la mayoría de los casos son benignos.

Sin embargo, si aparecen síntomas relacionados con la presencia de uno o más nódulos, éstos pueden manifestarse como:

  • dificultad para tragar y/o respirar;
  • sensación de constricción en el cuello.

Los nódulos también pueden dar lugar a una producción excesiva de hormonas tiroideas, lo que conduce al hipertiroidismo.

Síntomas del bocio tiroideo

El bocio tiroideo puede deberse muy a menudo a una carencia de yodo. Su manifestación más común es una hinchazón en la base del cuello, visible externamente, pero asintomática o acompañada de síntomas generales de una compresión sobre la tráquea y el esófago y se presenta en forma de:

  • dificultad para respirar y/o tragar;
  • sensación de constricción en la garganta;
  • tos o ronquera.

Síntomas de la tiroiditis de Hashimoto

La tiroiditis autoinmune es la enfermedad más común de esta glándula y es la principal causa de hipotiroidismo. Estas enfermedades se deben a la producción anormal por parte del organismo de anticuerpos dirigidos contra la propia glándula tiroidea, lo que provoca la inflamación de la glándula, que puede dar lugar a hipotiroidismo o hipertiroidismo.

La más común de estas enfermedades tiroideas es la tiroiditis de Hashimoto, que está ligada a una predisposición familiar y puede aparecer a cualquier edad. Esta enfermedad puede permanecer silenciosa incluso durante años, con una destrucción progresiva de la glándula, mientras que a veces el proceso es tan repentino que provoca la liberación de una cantidad excesiva de hormonas tiroideas en la sangre (tirotoxicosis), que puede manifestarse con síntomas similares a los del hipertiroidismo. 

¿Cuándo y por qué se debe revisar la glándula tiroides?

La evaluación tiroidea se realiza como cribado al nacer. A continuación, debe realizarse:

  • en previsión del embarazo y a lo largo de los 9 meses;
  • en individuos con antecedentes familiares de enfermedad tiroidea;
  • personas que padecen vitíligo, diabetes de tipo 1 y enfermedades autoinmunes en general.

Se puede realizar una evaluación funcional en presencia de síntomas característicos, tras la evaluación clínica por parte del especialista endocrinólogo.

La mayoría de los tumores tiroideos tienen un curso controlable y no son causa de muerte o invalidez. Algunos tumores malignos raros, como el medular, son de carácter hereditario y tienen una alta malignidad, por lo que los controles preventivos, durante el tratamiento y como seguimiento, incluso después de la curación, son esenciales. 

Cómo se diagnostican las enfermedades tiroideas

El diagnóstico de la enfermedad tiroidea suele consistir en un análisis de sangre que evalúa los niveles hormonales de FT3 y FT4 y los niveles de TSH. También puede realizarse una ecografía y un análisis de sangre para detectar anticuerpos antitiroideos (anticuerpos antitiroglobulina y antitiroperoxidasa) por indicación del especialista.

La ecografía permite evaluar el aspecto morfológico de la glándula tiroides, confirmando o no la presencia de posibles nódulos detectados por el médico mediante la palpación del cuello. Sin embargo, no debe utilizarse como herramienta de cribado.

En caso de que el endocrinólogo sospeche un riesgo de malignidad, puede solicitar un examen en profundidad con aspiración con aguja: toma de muestras celulares con análisis citológico.

En comparación con el hipotiroidismo, el diagnóstico precoz es aún más importante en el hipertiroidismo, por lo que en estos casos es esencial un examen endocrinológico especializado para evaluar el cuadro clínico general y los síntomas. 

Cómo se tratan las enfermedades tiroideas

La mayoría de las enfermedades tiroideas son crónicas y esto se aplica tanto a las enfermedades congénitas raras como a las enfermedades adquiridas más comunes, como las enfermedades autoinmunes. Por este motivo, se requieren terapias a largo plazo o de por vida que, en cualquier caso, en la mayoría de los casos permiten un bienestar pleno. A continuación vamos a entrar en los detalles de los problemas individuales más frecuentes.

Tratamiento del hipotiroidismo

El enfoque estándar para tratar el hipotiroidismo se basa en la terapia hormonal sustitutiva, es decir, en la administración oral de la hormona tiroidea deficiente, la levotiroxina.

En estos casos, es importante informar también a su médico de si está tomando algún medicamento, suplemento y de sus hábitos alimentarios, ya que algunos medicamentos, suplementos y alimentos pueden inhibir la absorción de esta hormona (por ejemplo, soja, papaya, avena, suplementos de hierro, colestiramina, calcio, hidróxido de aluminio, etc.).

Tratamiento del hipertiroidismo

La terapia del hipertiroidismo debe personalizarse en función de:

  • causa desencadenante;
  • características del paciente (edad, historial médico, gravedad de los síntomas).

En presencia de esta patología, en primer lugar es aconsejable limitar la ingesta de yodo, presente en determinados suplementos y alimentos (sal yodada, algas, marisco u otros alimentos médicamente indicados).

En función del cuadro clínico, el tratamiento estándar es la medicación con fármacos antitiroideos, pero si éstos no están indicados o resultan ineficaces, también podría comprender:

  • terapia radiometabólica (con yodo radiactivo);
  • cirugía (tiroidectomía).

Tratamiento de los nódulos

En función de cómo se evalúe el nódulo, se realizan terapias específicas:

  • benigno, no funcionante y pequeño: se lleva a cabo una observación y seguimiento periódicos;
  • benigno, de mayor tamaño o hiperfuncionante: se lleva a cabo una posible terapia quirúrgica o una terapia radiometabólica con yodo;
  • con sospecha de malignidad: se realiza una evaluación multidisciplinar con el cirujano. En el 90% de los casos la cirugía conduce a una curación definitiva, a veces en el caso de formas invasivas puede combinarse con terapia radiometabólica.

Leer otros

Endocrinología
24-06-2024

Cuáles son los síntomas del bocio tiroideo y todo lo que necesitas saber