Artrodesis vertebral intersomática

¿Qué es?

El procedimiento quirúrgico, realizado bajo anestesia general, consiste en la realización de una artrodesis vertebral intercorporal (mediante abordajes anteriores, anterolaterales, laterales o posteriores mínimamente invasivos), que puede ir asociada o no a una artrodesis posterior instrumentada, que se consigue fijando las vértebras implicadas mediante un instrumento especial compuesto por tornillos y barras, y aplicando un injerto óseo, con el fin de permitir la fusión permanente entre las vértebras de la zona seleccionada previamente cruzada.

Dificultad técnica:
media
Duración media del procedimiento:
90-120 minutos
Duración media de la estancia hospitalaria:
4 días

¿Cuándo está indicado este procedimiento?

Los pacientes que padecen DDD están indicados para el tratamiento quirúrgico cuando presentan síntomas de dolor incapacitante resistentes a la terapia médica y física y que han estado presentes durante al menos tres meses, y especialmente cuando hay una radiación del dolor a las extremidades inferiores con o sin la presencia de claudicación neurológica o un déficit neurológico.

La evaluación del cuadro clínico y el análisis del cuadro radiológico son muy importantes para establecer la gravedad de la patología y por tanto la elección del programa quirúrgico.

El objetivo principal de la operación es estabilizar el tracto espinal afectado, lo que sirve para evitar la progresión de la patología y mejorar el dolor. Si hay síntomas de dolor neurológico o déficits neurológicos, también es necesario descomprimir las estructuras neurológicas afectadas.

¿Cómo se realiza?

Artrodesis intercorporal con técnicas mínimamente invasivas:

  • ALIF: Fusión lumbar anterior: paciente en decúbito supino, ligeramente en trendelenburg, desinfección y preparación del campo operatorio; mini incisión de Pfannestiel (7 cm) o peri-umbilical, acceso retroperitoneal, identificación/aislamiento y protección de los vasos grandes (aorta-cava-ilíacos) y uréter. Utilizando el endoscopio, se realiza la discectomía/crucción limitante vertebral y la implantación de la jaula lordótica más el sustituto óseo para la artrodesis intercorporal. Lavados, control de la hemostasia y sutura de los planos con drenaje.
  • XLIF: fusión intercorporal lateral extrema: paciente en decúbito lateral (lado derecho o izquierdo según se requiera), desinfección y preparación del campo operatorio. Bajo control con un amplificador de luminosidad, se realiza una incisión cutánea de unos 5 cm en la proyección del disco intervertebral a tratar (L2 a L5), dieresis subcutánea, digitoclasia de los vientres musculares y acceso al espacio retroperitoneal y luego al disco.

Tras el control neurológico del plexo lumbar, se realiza la discectomía, la cruentación de las vértebras limitantes y la implantación de una jaula más sustituto óseo para la artrodesis intervertebral. Sutura plana para 2º tiempo posterior como ya se ha descrito. Monitorización neurológica con potenciales evocados motores y sensoriales durante las maniobras de corrección de la deformidad.

Recuperación

La duración media de la estancia es de 3-4 días.  Los pacientes tienen su primera revisión ambulatoria 10 días después del alta, momento en el que se retiran los puntos, se aplica el vendaje, se comprueba el tratamiento médico y, si es necesario, se modifica, y se aconseja la continuación del curso postoperatorio. Tras el alta, es necesario un periodo de convalecencia en casa de 2 a 4 semanas más antes de que el paciente pueda reanudar plenamente sus actividades anteriores. Durante este periodo, el paciente debe evitar levantar cargas con la columna vertebral y realizar movimientos de flexión-extensión y rotación de la parte superior del cuerpo.  Durante este periodo, es importante retomar gradualmente la actividad física y tratar de dar pequeños paseos.

Normalmente se programa una segunda revisión aproximadamente un mes después con una radiografía de control. En esta ocasión, si las condiciones clínicas y radiográficas del paciente lo permiten, se permite la retirada del corsé y se inicia el programa de rehabilitación.

Los controles ambulatorios clínicos y radiográficos posteriores se programan a los 3 meses, 6 meses, 1 año, 2 años, 5 años y 10 años. Las revisiones ambulatorias se programan en función de las necesidades especiales.

Complicaciones a corto plazo

Los posibles riesgos y efectos indeseables asociados a la cirugía en general son: hemorragias, reacciones alérgicas, infecciones, trombosis venosa profunda (obstrucción de una vena), embolia, irregularidad de la piel alrededor de la zona operada.

Cabe esperar que el estado clínico inmediatamente posterior al tratamiento previsto se caracterice por ciertas secuelas, en particular: persistencia de los síntomas álgicos, hiperpirexia.

Los riesgos y complicaciones previsibles propios de la operación propuesta, a corto y largo plazo, son: lesiones neurológicas (de las raíces nerviosas, de la duramadre), lesiones vasculares y pleurales, formación de hematomas.

Complicaciones de larga duración

Entre las complicaciones a medio y largo plazo está la posibilidad de que no se consolide el injerto óseo y, dado que se utiliza una instrumentación, puede producirse una fractura o aflojamiento del implante, lo que puede hacer necesaria una segunda operación para su retirada parcial o total.

Los factores que en este caso hacen más compleja la cirugía y, por tanto, aumentan los riesgos son: edad avanzada, alto grado de deslizamiento, presencia de anomalías anatómicas, asociación de otras condiciones mórbidas adquiridas o congénitas, cirugía previa en el nivel afectado, presencia de tejido cicatricial, obesidad, tabaquismo, toma de terapia antiplaquetaria o anticoagulante.

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