Acalasia aislada y acalasia asociada a síndromes
¿Qué es?
Es una enfermedad que afecta a la inervación del esófago y a sus neurotransmisores y se caracteriza por dos aspectos:
- la ausencia de ondas peristálticas del cuerpo del esófago, es decir, la falta de propagación de las ondas que permiten que los alimentos se desplacen por el esófago hasta el estómago.
- por una escasa o nula relajación del esfínter esofágico inferior, que es la "válvula" entre el estómago y el esófago
Hasta la fecha, la causa real de esta enfermedad no está clara.
Causas y factores de riesgo
Afecta por igual a hombres y mujeres de casi todas las edades, especialmente entre los 30 y los 60 años, con un pico alrededor de los 40. La incidencia es de unos 8 casos por cada 100.000 habitantes al año.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas característicos son:
- disfagia (sensación de obstrucción del tránsito de los alimentos por el esófago) que se produce primero por episodios y luego de forma constante. A menudo se denomina "paradójico" porque es más pronunciado para los líquidos que para los sólidos
- dolor retroesternal
- regurgitación (retorno a la boca, sin náuseas, de material no digerido, característicamente no ácido ya que nunca llegó al estómago)
- pérdida significativa de peso, estrechamente relacionada con el curso y la duración de la enfermedad
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es posible con el estudio radiológico del tránsito esofágico y, sobre todo, con la manometría esofágica, preferiblemente de alta resolución.
La gastroscopia puede apuntar al diagnóstico pero no es decisiva.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
No es posible restablecer la motilidad del esófago, por lo que las posibilidades terapéuticas se basan en intentar reducir el obstáculo al paso de los alimentos al estómago por la falta de relajación del esfínter esofágico inferior (cardias).
- Terapia farmacológica: se administran fármacos que reducen el tono del esfínter esofágico inferior, en particular antagonistas del calcio o nitroderivados; sin embargo, esta terapia no es concluyente y suele utilizarse como medida temporal para mejorar los síntomas y permitir que el paciente se alimente.
- Dilatación mecánica: se introduce un globo hasta el cardias (que es la "válvula" que no se libera correctamente); el globo se infla hasta que rompe las fibras musculares del esfínter esofágico inferior y permite el paso de los alimentos al estómago. Este procedimiento es sencillo y proporciona un beneficio inmediato; sin embargo, no se puede predecir la duración del beneficio. Además, existe un riesgo de fisura o perforación del esófago de alrededor del 4-6%.
- Tratamiento con toxina botulínica: la inyección de toxina botulínica a nivel del esfínter esofágico inferior realizada por vía endoscópica; es un tratamiento eficaz, fácil de realizar y sin riesgo para el paciente. Sin embargo, el tratamiento no suele garantizar la eficacia a largo plazo.
- Tratamiento quirúrgico: la miotomía extramucosa según Heller combinada con la cirugía antirreflujo garantiza el mejor resultado. Esta técnica suele realizarse por laparoscopia, es decir, sin cortar la pared abdominal. Para remediar la falta de liberación de la "válvula", se cortan quirúrgicamente las fibras musculares del cardias, que queda así abierto, y se realiza un procedimiento antirreflujo (el llamado plástico antirreflujo) para limitar el reflujo de material gástrico hacia el esófago.
Si se realiza en centros especializados, la cirugía garantiza un resultado excelente y duradero sobre los síntomas; además, gracias a la plástica antirreflujo simultánea, proporciona una protección eficaz contra el reflujo de material del estómago hacia el esófago.
- Miotomía endoscópica (P.O.E.M.). Esta técnica endoscópica, introducida hace pocos años, permite cortar las fibras musculares del cardias mediante una técnica endoscópica. Este procedimiento ha demostrado ser muy eficaz en los síntomas y permite una rápida reanudación de la alimentación. El problema principal de esta técnica es que la "válvula" permanece abierta y, por tanto, el riesgo de que se produzca un reflujo de material del estómago al esófago es muy elevado. De hecho, los estudios realizados hasta la fecha han mostrado un reflujo patológico en hasta el 50% de los pacientes sometidos a este procedimiento.
La elección del método de tratamiento debe tener en cuenta varios factores y debe ser realizada conjuntamente por el médico y el paciente, que debe ser informado adecuadamente de los riesgos y beneficios de cada procedimiento.
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