Epilepsia
¿Qué es?
International League Against Epilepsy (ILAE) y la Liga Italiana contra la Epilepsia (LICE) definen la epilepsia como un trastorno neurológico caracterizado por la recurrencia de crisis no provocadas. Las crisis epilépticas son acontecimientos clínicos repentinos, generalmente imprevisibles y de corta duración, caracterizados por signos y/o síntomas debidos a una actividad anormal de las neuronas cerebrales. Un tipo particular de manifestación epiléptica es el estado convulsivo epiléptico, una situación clínica en la que una crisis se prolonga excesivamente en el tiempo o en la que las crisis se repiten a intervalos muy cortos, de modo que representan un estado epiléptico continuo. El estado convulsivo epiléptico requiere un rápido encuadre neurológico y terapéutico en urgencias, que en nuestro centro sigue un proceso preciso y rápido predeterminado en coordinación entre el neurólogo de guardia y el epileptólogo de referencia.
¿Cuáles son los síntomas?
Las crisis epilépticas pueden presentar características variables, en relación con las redes cerebrales implicadas. Se distingue entre crisis generalizadas y focales. Entre las crisis generalizadas más frecuentes se encuentran las crisis tónico-clónicas (o convulsiones) y las llamadas "ausencias". Las crisis focales pueden tener manifestaciones motoras y/o alteraciones de la conciencia, pero a veces los síntomas pueden ser difíciles de identificar. Algunas convulsiones focales pueden presentar una evolución a tónico-clónica bilateral. Normalmente, las convulsiones se presentan con una sintomatología estereotipada en cada episodio y son de corta duración.
- Movimientos anormales
- Pérdida de conocimiento
- Parada motora
- Ausencia
- Sensaciones anormales
- Déjà vu, déjà vecu y otras alteraciones cognitivas
- Cualquier síntoma neurológico
¿Cómo se diagnostica?
La epilepsia no se diagnostica en todos los individuos que han tenido una crisis en su vida, sino que el diagnóstico lo define el neurólogo o neurofisiólogo especializado en epilepsia (también llamado "epileptólogo"), basándose en el riesgo de recurrencia de las crisis. El diagnóstico se realiza sobre la base de la historia clínica del paciente, la exploración física neurológica y la interpretación de los datos instrumentales, que incluyen principalmente la electroencefalografía (EEG) basal y en reposo y la neuroimagen (tomografía computarizada [TC] y resonancia magnética [RM]). A veces se produce una discusión y tratamiento multidisciplinar del caso con neurorradiólogos, genetistas, pediatras, neurólogos pediátricos, neurocirujanos y neuropsicólogos.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
A los pacientes con epilepsia se les suele ofrecer un tratamiento farmacológico antiepiléptico. El objetivo de estos fármacos es reducir el riesgo de recurrencia de las crisis, al tiempo que se mejora la calidad de vida. En muchos casos es posible conseguir un control completo de las crisis a largo plazo. En la mayoría de los casos también es posible identificar una terapia farmacológica con pocos o ningún efecto secundario.
¿Dónde lo tratamos?
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