Insuficiencia aórtica
¿Qué es?
La insuficiencia aórtica es una condición patológica en la que la válvula aórtica no se cierra completamente, lo que permite que la sangre fluya hacia atrás en lugar de proceder en la dirección correcta desde el corazón hacia las arterias de todo el cuerpo, obligando al corazón a realizar un esfuerzo mayor de lo normal para compensar este defecto, lo que provoca que el ventrículo se dilate y el músculo cardíaco se engrose con el tiempo.
La insuficiencia aórtica puede desarrollarse repentinamente o evolucionar gradualmente con el tiempo. Por lo tanto, es una enfermedad insidiosa porque el corazón activa automáticamente ciertos mecanismos de compensación, y los pacientes pueden no presentar síntomas durante años. Cuando la insuficiencia es leve o moderada, la enfermedad puede progresar sin causar problemas. Si la insuficiencia aórtica es grave y no se trata adecuadamente, puede provocar insuficiencia cardíaca, dilatación y disfunción del ventrículo izquierdo y una menor esperanza de vida. En estos casos, se hace necesaria la cirugía para reparar o sustituir la válvula aórtica enferma.
Causas y factores de riesgo
Las posibles causas de la enfermedad son:
Valvulopatía congénita (bicuspidia, unicuspidia, tetracuspidia).
Calcificación valvular: daño valvular debido a los depósitos de calcio que con el tiempo engrosan las valvas de la válvula, que ya no pueden moverse correctamente.
La fiebre reumática, una afección que se ha vuelto rara en Italia pero que sigue estando presente en los países en desarrollo.
Endocarditis, que es una infección localizada en el corazón con posible afectación valvular. Dilatación de la aorta ascendente (aneurisma) secundaria a la hipertensión o a ciertas enfermedades raras (síndrome de Marfan, lupus eritematoso) que provocan un agrandamiento de la aorta y de la válvula aórtica.
Traumatismos que provocan la ruptura de la pared aórtica en la proximidad de la válvula
Un examen cardiológico y una serie de pruebas diagnósticas como la ecocardiografía o el ecocolordoppler permiten definir la causa de la enfermedad, precisar su gravedad y evaluar el estado clínico general del paciente.
¿Cuáles son los síntomas?
- sensación de cansancio y debilidad debida principalmente al esfuerzo
- disnea de esfuerzo o al acostarse
- hinchazón de los tobillos y los pies
- malestar y sensación de opresión
- sensación de mareo y desmayo
- palpitaciones
¿Cómo se diagnostica?
La insuficiencia aórtica se diagnostica mediante un ecocardiograma transtorácico.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
En las primeras fases de la enfermedad, especialmente en los pacientes con insuficiencia leve, se recomienda seguir un estilo de vida saludable y un seguimiento clínico regular. A veces está indicada una terapia médica adecuada dirigida al tratamiento precoz de los síntomas (diuréticos y antihipertensivos), aunque la medicación no puede corregir el defecto valvular.
Cuando se requiere la cirugía como única solución para tratar la insuficiencia de la válvula aórtica, las opciones son:
sustitución de la válvula aórtica
reparación de la válvula aórtica.
El objetivo de la cirugía es mejorar la función cardíaca, reducir los síntomas y/o evitar posibles complicaciones futuras. Esta indicación también es apropiada en ausencia de síntomas, cuando la cirugía es necesaria para una enfermedad cardíaca concomitante.
Sustitución de la válvula aórtica
La sustitución está indicada en la mayoría de los casos de insuficiencia, con la extirpación de la válvula nativa y la posterior implantación de una prótesis que puede ser:
mecánica, robusta y lo suficientemente duradera como para ser considerado una solución permanente. Los materiales metálicos que lo componen obligan al paciente a seguir una terapia anticoagulante de por vida para evitar la formación de coágulos (embolias).
biológica, compuesta de un material de origen animal. Esta característica, por un lado, no requiere que el paciente siga una terapia anticoagulante, pero, por otro, expone la prótesis al desgaste con una posible necesidad de reoperación con el tiempo.
Reparación de la válvula aórtica
Las operaciones de reparación no son muy frecuentes y sólo se realizan en algunos centros de excelencia especializados en la reparación de la válvula aórtica. Además, la cirugía de reparación no está indicada para todos los pacientes con insuficiencia aórtica. Las técnicas de reparación difieren según el tipo de valvulopatía, pero en general tienen como objetivo fijar la válvula y restaurar su estructura anatómica original, sin implantar una prótesis.
Los enfoques quirúrgicos que se pueden utilizar son diferentes en términos de invasividad:
cirugía tradicional se realiza con esternotomía total
intervención mini-invasiva en esternotomía superior parcial o ministernotomía: es la técnica más común; implica incisiones cutáneas más cortas y permite dejar parte del esternón intacto
Cirugía mini-invasiva en minitoracotomía anterior derecha: se accede por el segundo espacio intercostal, con una incisión cutánea de unos 5 cm, sin dañar ninguna estructura ósea (esternón y costillas).
La cirugía mínimamente invasiva comparada con la cirugía tradicional ha mostrado mejores resultados clínicos, especialmente en la reducción de la hemorragia postoperatoria, la reducción de la unidad de cuidados intensivos y la estancia hospitalaria global, con la consiguiente reducción también del tiempo de convalecencia y la reanudación de la vida normal tras la cirugía. En el caso de la cirugía mínimamente invasiva, siempre es imprescindible acudir a un centro de excelencia.
Actualmente, las técnicas de implantación de válvulas sin circulación extracorpórea (TAVI) sólo están disponibles en caso de mal funcionamiento y/o degeneración de una bioprótesis valvular.
Sin embargo, todas las opciones y aspectos posibles para cada paciente individual deben ser discutidos y analizados en detalle con el cirujano cardíaco antes de la cirugía.
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