Artroscopia del hombro
¿Qué es?
La artroscopia es un procedimiento que los cirujanos ortopédicos utilizan para inspeccionar, diagnosticar y tratar problemas dentro de la articulación. Durante la artroscopia del hombro, el cirujano introduce una pequeña cámara, denominada artroscopio, en la articulación. La cámara muestra imágenes en un monitor de vídeo, que el cirujano utiliza para guiar los instrumentos quirúrgicos en miniatura. Dado que el artroscopio y los instrumentos quirúrgicos son diminutos, permiten al cirujano utilizar incisiones muy pequeñas, en lugar de las grandes que se necesitan para la cirugía abierta estándar. De este modo, los pacientes sienten menos dolor y el tiempo de recuperación se acorta.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
El procedimiento está indicado cuando la evaluación ortopédica y los exámenes diagnósticos, como la resonancia magnética y la ecografía, señalan patologías del hombro en el paciente como: conflicto subacromial crónico; lesiones del manguito rotador; luxación recurrente del hombro; inestabilidad crónica del hombro; tendinitis del bíceps; tendinitis calcificada; osteoartrosis y lesiones acromio-claviculares; desgarros del labrum; capsulitis adhesiva.
¿Cómo se realiza?
La artroscopia de hombro puede realizarse con anestesia local mediante bloqueos nerviosos regionales que adormecen el hombro y el brazo o, según el deseo del paciente y/o la indicación del anestesista, con anestesia total.
Step 1
El cirujano inyecta líquido en el hombro para inflar la articulación. Esto facilita la visualización de todas las estructuras del hombro a través del artroscopio.
Step 2
El líquido fluye a través del artroscopio para mantener la visión clara y controlar cualquier sangrado. Las imágenes del artroscopio se proyectan en la pantalla de vídeo mostrando al cirujano el lugar afectado y el daño.
Step 3
Una vez identificado claramente el problema, el cirujano introducirá otros pequeños instrumentos a través de incisiones separadas para tratarlo. Se utilizan instrumentos especiales para distintas tareas como para: afeitar, cortar, agarrar, pasar suturas y hacer nudos. En muchos casos, se utilizan dispositivos especiales para anclar los puntos de sutura en el hueso.
Step 4
Por último, el cirujano cierra las incisiones con puntos de sutura o steri-strips (pequeñas tiritas) y las cubre con un vendaje grande y suave.
Recuperación
Aunque la recuperación de la artroscopia suele ser más rápida que la de la cirugía abierta, la articulación del hombro puede tardar de semanas a meses en recuperarse por completo. La duración de la recuperación depende del tipo de patología que se haya tratado. De hecho, los procedimientos más simples, como la tenotomía del bíceps, tendrán tiempos de recuperación más rápidos que los procedimientos más complejos. Por ejemplo, en el caso de las cirugías reconstructivas, como las necesarias para los desgarros del manguito de los rotadores o la inestabilidad crónica del hombro, el tiempo de recuperación es mucho mayor, ya que también influye la velocidad de cicatrización de los tejidos. Así, en este tipo de cirugías la recuperación completa puede necesitar hasta 4-6 meses. El hielo ayudará a aliviar el dolor y la hinchazón. El médico puede recetar analgésicos, si es necesario. Está indicado un cabestrillo o un inmovilizador especial para proteger el hombro tratado. La rehabilitación activa desempeña un papel importante en la vuelta a las actividades cotidianas. Un programa de ejercicios ayudará al paciente a recuperar la fuerza y el movimiento del hombro. El cirujano puede indicar un plan de rehabilitación basado en los procedimientos quirúrgicos realizados. En caso de una reparación quirúrgica complicada, el cirujano puede recomendar un fisioterapeuta para supervisar el programa de ejercicios del paciente. Es importante que el paciente se esfuerce en la rehabilitación para que la cirugía sea un éxito total.
Complicaciones a corto plazo
La mayoría de los pacientes no experimentan complicaciones de la artroscopia de hombro. Sin embargo, como con cualquier cirugía, existen algunos riesgos. Los problemas potenciales de la artroscopia incluyen la infección (0,04% -0,23% de incidencia), sangrado excesivo, coágulos de sangre y daño a los vasos sanguíneos o los nervios.
Complicaciones de larga duración
Uno de los problemas más comunes después de una operación de hombro es la rigidez de la articulación del hombro. En algunas intervenciones quirúrgicas, es necesario un periodo de inmovilización para permitir una curación adecuada. Sin embargo, la inmovilización de la articulación también puede hacer que los pacientes desarrollen una condición llamada hombro congelado (incidencia en la población inferior al 2%) . Los pacientes que desarrollan un hombro congelado tienen una formación excesiva de tejido cicatricial en la cápsula articular del hombro, el tejido que rodea la articulación esférica del hombro. El hombro congelado suele tratarse con una terapia agresiva y a veces con una inyección de cortisona. Muchos casos de hombro congelado tardan meses o más en resolverse. Riesgo de recidiva en caso de desgarro del manguito de los rotadores tiene una incidencia del 10% al 30% en función de la calidad del tendón y de la gravedad de su lesión. Riesgo de recidiva para la inestabilidad crónica del hombro tiene una incidencia del 3%-15% según la intensidad de la actividad física y/o el tipo de deporte practicado.
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