Enucleación prostática con láser de Holmio (HoLEP)
¿Qué es?
La enucleación con láser de holmio del adenoma de próstata (HoLEP) es una operación con un enfoque endoscópico para el tratamiento de la hipertrofia prostática benigna.
¿Cuándo está indicado este procedimiento?
La enucleación con láser de holmio de los adenomas de próstata (HoLEP) es el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) con obstrucción cérvico-uretral y los consiguientes síntomas disúricos en la fase de vaciado y/o llenado mediante un abordaje endoscópico. En comparación con la cirugía de RTUP, este procedimiento también puede estar indicado en pacientes con volúmenes de próstata mayores.
¿Cómo se realiza?
La cirugía de enucleación de adenoma de próstata con láser de Holmio (HoLEP) se realiza con anestesia locorregional o general, según el criterio del anestesista. Esta técnica quirúrgica se utiliza para extirpar la parte interna de la próstata (el llamado adenoma prostático) dejando la cápsula prostática externa en su lugar. Este método implica el uso de un instrumento endoscópico introducido en el interior de la uretra hasta el nivel de la logia prostática. El procedimiento dura aproximadamente 1 hora y consiste en el uso de tecnología láser (láser de Holmio) para enuclear (eliminar por completo) la parte interna de la próstata. Posteriormente, el adenoma enucleado se reduce en frústulas (morcelación), se aspira fuera de la vejiga y se envía a Anatomía Patológica para su examen histológico. En los casos de próstatas muy voluminosas (>200 gramos) puede ser necesario realizar una pequeña incisión abdominal mediana suprapúbica y, mediante una cistostomía, extraer manualmente los lóbulos prostáticos endovesicales previamente enucleados. Esto ocurre en aproximadamente 2% de los casos. Esto no conlleva ninguna consecuencia anatómica o funcional, pero puede ser necesario mantener la sonda vesical durante un periodo más largo (normalmente 3-4 días).
Al final de la operación se coloca una sonda vesical durante un periodo que suele variar de 1 a 3 días, salvo complicaciones.
Recuperación
La duración de la hospitalización varía en función del tiempo que lleve colocada la sonda vesical, normalmente de 1 a 3 días. Una vez retirada la sonda, la reanudación de la micción espontánea puede caracterizarse por la presencia de orina con sangre y la necesidad de orinar con frecuencia (esto suele mejorar considerablemente durante el primer mes postoperatorio).
Complicaciones a corto plazo
- Síntomas disúricos transitorios (ardor al orinar).
- Incontinencia urinaria de esfuerzo transitoria. Se presenta cuando aumenta la presión abdominal, como durante la tos o al levantar pesos.
- Retención urinaria aguda al retirar la sonda vesical.
- Fiebre postoperatoria por infección urinaria.
Complicaciones de larga duración
La complicación más común a largo plazo en los pacientes sometidos a este tipo de cirugía es la eyaculación retrógrada. Esta condición, que se da en cerca del 90% de los casos, consiste en la desaparición del líquido seminal durante el orgasmo, manteniendo la sensibilidad orgásmica y la función eréctil. El líquido seminal recogido en la vejiga se expulsa posteriormente con la primera micción. El resto de las complicaciones a largo plazo consisten en eventos raros y están representados esencialmente por:
- Estenosis de la uretra o del cuello de la vejiga con necesidad de reintervención
- Incontinencia urinaria definitiva
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