Litotricia extracorpórea

Según las directrices de la Asociación Europea de Urología (EAU), la litotricia extracorpórea puede ofrecerse como tratamiento de primera elección en cálculos ureterales de hasta 5 mm y cálculos renales de hasta 2 cm. Sin embargo, hay algunos factores que hacen que la litotricia extracorpórea tenga pocas probabilidades de éxito, como la presencia de un cálculo muy duro (Unidad Hounsfield > 1000), una distancia entre la piel y el cálculo > 15 cm, una anatomía del riñón que no favorece la expulsión espontánea de los fragmentos residuales (por ejemplo, un ángulo pélvico-infundibular amplio, un infudíbulo estrecho, un cáliz largo), un uso incorrecto del litotriptor. Cada uno de estos factores influye significativamente en la necesidad de una nueva sesión y en la posibilidad de lograr una eliminación completa, por lo que cada caso debe ser evaluado individualmente para planificar el mejor tratamiento para el paciente.

La litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) es un procedimiento no invasivo reservado para el tratamiento de los cálculos renales y ureterales. Utiliza un instrumento, el litotriptor, que emite ondas de choque acústicas de alta energía que atraviesan el tejido desde el exterior hasta el interior del cuerpo. Estas ondas de choque, que se centran en el cálculo, permiten que éste se rompa en pequeños fragmentos que pueden ser expulsados espontáneamente con la orina. Este procedimiento es generalmente bien tolerado por los pacientes y no requiere ninguna sedación y/o analgesia.

Para conseguir una fragmentación óptima de los cálculos, puede ser necesaria más de una sesión. No existe un consenso claro sobre el número de sesiones y el intervalo que debe transcurrir entre una sesión y la siguiente. La frecuencia óptima de las ondas de choque para lograr una buena litotricia es de 1/1,5 Hertz.