Pie plano
¿Qué es?
El pie plano (síndrome pronador) es una afección recurrente en los niños y, si no se corrige, con el tiempo puede afectar a la postura y la marcha. El pie plano es una situación clínica en la que el pie tiende a la pronación, es decir, a caer hacia dentro, y el retropié, por el contrario, se valga hacia fuera. También la rodilla, condicionada por la posición anormal del pie, se valga variando el eje anatómico correcto. El pie plano puede ser fisiológico en los niños y sufrir una corrección espontánea en el curso del crecimiento. Cuando esto no ocurre, la alineación anormal da lugar a síntomas dolorosos y, si no se puede aplicar una terapia conservadora, es necesaria una corrección quirúrgica.
¿Cuáles son los síntomas?
El paciente que padece el síndrome del pronador presenta lo que comúnmente se denomina "pie plano", caracterizado por el valgismo del retropié y la pronación del pie, ausencia del arco plantar. A menudo este cuadro se acompaña de dolor y limitación funcional, caminando con los pies extragirados. También hay que buscar desviaciones axiales de las rodillas (valgo) y del dedo gordo.
El pie en valgo pronado puede ser flexible, cuando el aplanamiento se puede corregir con ejercicios de activación de la musculatura (caminar de puntillas o con tacones), o rígido cuando el arco plantar no se manifiesta con estas maniobras.
- Pronación del pie
- Valgismo del retropié
- Ausencia de arco plantar
- Dolor
- Limitación funcional
- Mayor incidencia de valgismo de rodilla
- Aumento de la incidencia del hallux valgus
- Marcha extrarrotatoria
¿Cómo se diagnostica?
A menudo, el paciente se envía a la observación del ortopedista por el pediatra que lo atiende, que observa los pies planos del joven paciente, que persisten más allá de los 5-6 años. Es fundamental el examen clínico, tanto con el paciente de pie como en posición supina, que permite distinguir el pie plano flexible del pie plano rígido. El examen instrumental de elección es la radiografía de los pies en 2 proyecciones, con la que se pueden valorar las relaciones entre los huesos del pie y las posibles alteraciones (sinostosis calcáneo-escafoidea).
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
En los primeros años de vida, en presencia de pies planos, se recomienda estimular ejercicios para activar los músculos que sostienen el arco plantar y evitar los zapatos con suela plana, prefiriendo los zapatos antipronatorios (tipo running). Hacia el final del crecimiento, el paciente debe ser reevaluado para observar la evolución y la posible necesidad de una intervención correctiva. De hecho, está indicado en la fase terminal del crecimiento, especialmente si el pie plano está asociado a dolor y rigidez. En la mayoría de los pacientes que se operan, la técnica de elección es la artralisis seno-tarsal (endortesis).
Procedimientos sugeridos
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