Tumores mediastínicos
¿Qué es?
Los tumores tímicos representan menos del 1% de todos los cánceres y, por lo tanto, se consideran cánceres raros con una incidencia aproximada de 0,15 casos por cada 100.000 personas. La incidencia es mayor a partir de los 65 años, sin diferencias significativas entre hombres y mujeres.
El timo es un órgano situado en el espacio comprendido anteriormente por el esternón, posteriormente por el corazón y los grandes vasos, y lateralmente por los dos pulmones. Desempeña un papel importante dentro del sistema linfático para el desarrollo de determinados linfocitos.
Las neoplasias tímicas se dividen en:
- timoma: es un tumor que surge de las células epiteliales que recubren el timo. Aparece en la edad adulta, por encima de los 40 años. El timoma puede estar asociado a otras enfermedades inmunitarias como la miastenia gravis. Por lo general, este tumor se localiza en el timo con una evolución bastante indolente, pero con el tiempo puede volverse más invasivo invadiendo la pleura y los pulmones. En raras ocasiones, también pueden encontrarse metástasis pleurales y ganglionares;
- carcinoma tímico: representa alrededor del 5-10% de los tumores tímicos. Se origina en las células del epitelio que recubre el timo, pero es mucho más invasivo. Crece rápidamente y con frecuencia tiende a extenderse a otras localizaciones;
- carcinoide tímico: casi nunca se presenta con síntomas asociados a otras enfermedades como la miastenia gravis. El carcinoide tímico es un tumor de origen neuroendocrino especialmente raro. Afecta más frecuentemente a los hombres y tiene una mayor tendencia a extenderse a otras localizaciones o a recidivar. Los carcinoides tímicos pueden estar asociados al síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (MEN-1), que es una enfermedad genética rara.
¿Cuáles son los síntomas?
Aproximadamente el 30-40% de los pacientes con timoma son asintomáticos. Los síntomas más frecuentemente observados pueden ser:
- dolor en el pecho;
- tos persistente;
- disnea;
Muy a menudo, los síntomas pueden estar relacionados con la miastenia gravis, una enfermedad que suele estar asociada a la presencia de un timoma. La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune caracterizada por la presencia de anticuerpos dirigidos contra la placa neuromuscular y, en particular, contra el receptor de acetilcolina. La presencia de anticuerpos dirigidos contra la placa neuromuscular inhibe el efecto de la acetilcolina, lo que provoca debilidad muscular. En estos casos, los síntomas pueden ser:
- dificultad para mantener los ojos abiertos (ptosis de los párpados);
- cansancio (astenia);
- visión doble o diplopía;
- dificultad para tragar;
- insuficiencia respiratoria.
¿Cómo se diagnostica?
Las pruebas diagnósticas utilizadas para las neoplasias tímicas son:
- radiografía de tórax;
- TC (tomografía computarizada): es la prueba más utilizada, ya que permite determinar la extensión de la enfermedad y las características del nódulo tímico. En la TC, la enfermedad se presenta como una masa ovalada o redondeada dentro del timo;
- RM (resonancia magnética nuclear): permite caracterizar con mayor definición las características de la masa tímica y evaluar la infiltración de la masa neoplásica en los órganos circundantes;
- PET (tomografía por emisión de positrones): permite caracterizar metabólicamente el tumor;
- biopsia del timo: puede realizarse por toracoscopia o, más frecuentemente, guiada por TC. Se reserva para las formas neoplásicas de mayor tamaño, cuando requieren por tanto un tratamiento oncológico preoperatorio;
- prueba de anticuerpos (anti receptor de acetilcolina o anti receptor muscarínico): permite evaluar la presencia de miastenia gravis asociada a un timoma.
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
Los tratamientos para las neoplasias tímicas incluyen:
- cirugía: representa el tratamiento de referencia de las neoplasias tímicas y a menudo es el único tratamiento necesario para los pacientes diagnosticados en un estadio precoz (estadios I y II). Muy a menudo, la cirugía es posible mediante un acceso mínimamente invasivo (videotoracoscopia o cirugía robótica). Su uso permite una rápida recuperación postoperatoria, una mejor calidad de vida y una baja tasa de complicaciones relacionadas con la operación;
- radioterapia: a veces se utiliza después de la cirugía (terapia adyuvante) para prevenir la recurrencia de la enfermedad, especialmente en los casos en que la enfermedad es extracapsular;
- quimioterapia: el tratamiento quimioterápico consiste en el uso de cisplatino como fármaco de primera elección combinado con etopósido.
Procedimientos sugeridos
¿Dónde lo tratamos?
¿Está interesado en recibir tratamiento?