Infarto agudo de miocardio

Si experimenta un dolor intenso y alguno de los síntomas enumerados, es aconsejable llamar inmediatamente al número de emergencias 118 para recibir un primer tratamiento en pocos minutos: mientras espera la ambulancia, permanezca tumbado y, si es necesario, tome medicamentos como Carvasin, Trinitrin o Natispray.

Si el dolor es leve y no hay otras molestias, es conveniente acudir acompañado a urgencias o ponerse en contacto con su médico inmediatamente.

Una vez en urgencias, el médico evalúa el grado de urgencia y hace pruebas al paciente:

• un examen minucioso
• uno o varios electrocardiogramas (para buscar signos de sufrimiento cardíaco);
• algunas muestras de sangre.

En esta fase es importante proporcionar toda la información sobre el tipo de dolor del que se queja, cómo se produjo y la medicación tomada, mostrando cualquier electrocardiograma o examen cardiológico anterior.

Si el paciente es hospitalizado durante unas horas, es para descartar con mayor certeza las causas cardíacas de los síntomas. En estos casos, se llevan a cabo:

• radiografía de tórax;
• ecocardiograma;
• monitorización de las enzimas miocárdicas o de la monitorización;
• electrocardiografía por telemetría centrada en una posible isquemia.

Si el riesgo evaluado es mínimo, se concluye el procedimiento. En caso contrario, en una segunda valoración, los médicos definen el diagnóstico y el centro de ingreso más adecuado es la Unidad Coronaria, Cuidados Coronarios Semiintensivos o Urgencias.

Si se desea completar el proceso de diagnóstico con otras exploraciones, se habilita un área de valoración ambulatoria que se encarga de realizar los diagnósticos (prueba de esfuerzo, ecocardiograma de esfuerzo, ecocardiograma Holter) en pocos días para completar el proceso con una valoración cardiológica final.

La mortalidad por infarto de miocardio se produce en la mayoría de los pacientes antes de su llegada al hospital, generalmente debido a las arritmias. Sin embargo, si se acude rápidamente a un centro equipado, no sólo se pueden tratar las complicaciones, sino que, sobre todo, se puede llevar a cabo una revascularización de urgencia con muchas posibilidades de reducir notablemente las consecuencias del infarto.